José Luis Marrero Cabrera, escultor, labrante y maestro. Arucas. Entrevista realizada por @loretosocorro
Tras la puerta de una casa antigua de Arucas el escultor José Luis Marrero nos recibe y acoge entre esculturas pequeñas y medianas.
No deja de mover las manos mientras sonríe y nos cuenta la historia de cada pieza, salpicando pensamientos y versos.
¿Siempre quisiste ser escultor?
“En mis inicios quería hacer modelado porque ya, desde niño, me gustó trabajar el barro. Y también dibujar y pintar. Con el tiempo aprendí talla, primero con los carpinteros y luego con los labrantes de piedra de Arucas. Hice la carrera de Bellas Artes en Tenerife. Eso me costó mucho pero me ayudaron y hoy en día sigo teniendo compañeros estupendos de esa etapa en Tenerife”.
¿Qué te hizo decantarte por la piedra?
“Primero aprendí a tallar la madera como un carpintero más, pero cuando probé la piedra me emocioné. El sonido de la piedra… como que te hace bailar tu solo. No puedo explicarte, hay que sentirlo”.
¿Y de aprender a empezar a trabajar, a tener encargos, cómo fue el proceso?
“En la cantera de Teror, donde hay una piedra preciosa de color amarillo, había una cruz en el suelo y el dueño me pidió que le hiciera un Cristo. Yo era jovencito y agradezco la confianza que tuvo. Le dije que sí, que así también aprendía yo y desde entonces no he parado.”
También has sido maestro, combinando esa profesión con la de escultor…
“Me llamaban a hacer trabajos y un día cogí un grupo de chicos jóvenes para enseñarles lo que yo sabía. Nunca les cobre. El ayuntamiento me dejó un cuarto cerca de la Iglesia de Arucas y allí les enseñaba y también aprendía yo con ellos.”
¿Después de esto la Escuela de Arte de Las Palmas?
«Luego estuve dando clases en la Escuela de Arte que se abrió en Guanarteme, que era un sitio entrañable. Después nos trasladamos a la zona de San Cristobal.»
¿Como maestro que destacaría de los casi treinta años de profesión?
“Las obras con los alumnos y que eran muy trabajadores. Habían ganas de hacer cosas en el cuarto de Arucas, en los colegios e institutos donde estuve antes de la escuela: Cardones, Firgas… En la Escuela de Arte empecé primero a dibujar y pintar hasta que Abraham Cárdenes me puso a modelar. Y después ya me saqué las oposiciones y me hice maestro de talla directa también”
Las paredes están decoradas con fotografías de sus obras y de homenajes. Vemos esculturas que están por rotondas, iglesias y plazas de varias islas.
¿Cuál es su proceso artístico?
“Pensar mucho. Darle una vida a la escultura. ¿Qué significa esta obra? – señala una escultura en el pasillo de su casa- Es pensar en qué somos, de dónde venimos,… no solo son una mujer y un hombre. ¿Por qué se eleva esta escultura? La muerte nunca se eleva, lo ve todo y vuela ella sola…”
Nos señala una escultura de una bailarina…
“Está hecha para verla desde todos los ángulos. Cada persona que la mira le pone lo suyo, el autor le da una historia con su mirada y quien la observa también se le da y le aporta con su propia mirada. “
¿Eres un escultor humanista?
“Me considerarían así. Me hicieron un homenaje y dijeron eso. Cada obra que hago por que me la encargan o porque me sale a mi tiene una historia. Hay que ver más allá de la piedra. Y otra cosa es que me gusta contar con la libertad del que disfruta e interpreta la escultura.”
¿Son sus esculturas un canto a la libertad?
“Vivo con ansia de libertad, pero contando con los demás. La libertad es todo para mi. Conocer a alguien y poder unirnos unos a otros y no dejar de ser un niño chico. Todavía me pongo a jugar con mis nietas y esto a mi me llena. Respetar a los demás.”ç
¿Cuántas horas le dedicaba a cada escultura?
“A veces muchas, a veces pocas y, a veces, nada… cuando habían encargos me metía en el taller y no tenía descanso ni miraba el reloj. Comía y cenaba metido en el taller, hasta acabarlo”
¿Qué es lo más importante a la hora de trabajar la talla directa?
“Prestar atención a las formas antes de trabajar la piedra. Saber dónde está la veta. Mirar para saber que es como un diálogo con la piedra, para que no se rompa y trabajarla despacio, buscando la forma, que la piedra hable para que no se estalle y adiós… – El escultor junta sus manos, sonríe y nos regala otro pensamiento medio cantado- Todo en la vida se va… la piedra se queda.”
¿Qué tipo de piedras se trabaja en la actualidad?
“Ya no hay piedra. Yo he trabajado la piedra amarilla de Teror, la verde de Tirma, la de Arucas…
Cuando había piedra suficiente se pedía permiso para entrar a las distintas canteras al Cabildo. Hoy en día se crea con piedra artificial y es otro proceso. Yo lo hago también. La piedra natural, si te equivocas ya no hay solución pero el modelado es otra cosa, quitas y pones…”
¿Cómo se hace?
“En vez de tallar se amasa un granito con piedra molida al que se le da color gris o blanco y se pule. Primero se modela, luego se hace el molde para tener una figura de barro. Los moldes son tipo puzzle que se van encajando y así sale la figura. Debe ser preciso. Mira esta costurera de tamaño natural, es mi mujer, mi musa… la puse a coser. Esta es una reconstrucción de una figura de San Mateo que estoy arreglando.”
¿ Y esta otra escultura quién te la inspiró? Queremos saber de una mujer pequeña, cuadrada, con fuerza en el cuerpo y en el gesto…
“Empecé a dar machangazos y di vida a esta mujer aborigen canaria, no guanche, sino aborigen canaria, con el niño en el pecho, descalza como estaban antes y salió ella”.
¿Esta porosidad que se ve es de la piedra?
“No es poroso, eso se trabaja con una herramienta que se llama bujarda. Para darle un relieve porque era piedra lisa. Así trabajo también la forma del pelo, del vestido…”
¿Se le ha roto mucha piedra?
“Para lo que he trabajado ha sido poquísimo. Con la talla directa de piedra hay que trabajar con mucha precisión”
Averiguamos que escribió un libro sobre los labrantes con alguna poesía «Los labrantes de Arucas» y nos deleita de viva voz con algún poema que recita con sentimiento. José Luis, es usted un maestro y artista completo.
No crea… Lo importante es seguir estando.-Relata una anécdota mientras trabajaban en el monumental Cristo de Artenara-
“Cuando estaba puliendo el Cristo, subido en lo alto, me dio por mirar para arriba y me dieron fatigas, todo se me movía y miro para abajo y veo aquel barranco… me abracé a la escultura. Bajé mal ese día, por eso le digo que lo importante es seguir estando”.
José Luis nos muestra unos trabajos de manos infantiles y sonríe al mencionar a sus nietas.
Ellas vienen a mi estudio y se ponen a hacer cosas, juegan, vienen y van. Les gusta, les gusta….
Desde el estudio del escultor las ventanas son ojos al paisaje de Arucas mientras sus esculturas hablan desde sus manos y desde la libertad del que las contempla. Quizás podamos participar de esa complicidad en alguna exposición de sus trabajos.
3 comentarios en «Jose Luis Marrero Cabrera es maestro, escultor y labrante de piedra»
EXCELENTE MAESTRO ARUQUENSE DE LA ESCULTURA
D. José Luis Marrero es de esas personas «únicas» que dejan huella en el interior de cada uno.
Conocerle es todo un privilegio y un honor.
Que Dios le guarde muchos años.
Estamos totalmente de acuerdo, gracias por dar voz a José Luis Marrero y por leer, http://www.saldelatlantico.com, la revista canaria.