Reportaje escrito por: @loretosocorro
La música popular en las islas tiene matices específicos por las influencias de las culturas que llegaron. Les garantizo que si pasas mucho tiempo fuera, al regresar, se le añurga a uno el alma con una folía o al reconocer el sonido del timple y se nos mueve el cuerpo al son de una isa.
Todo esto que nos trae la música y el baile canario lo estamos empezando a disfrutar de nuevo en las plazas y auditorios, sin mascarillas ni restricciones.
Ese ser positivo que alimenta el sol canario vive dentro nuestro y ahora, con más fuerza, nos impulsa a seguir creciendo entre polkas, majoreras y malagueñas.
El sábado pude ver como la Plaza de España, de Las Palmas de Gran Canaria, se iba llenando de curiosos y de gente con ganas de disfrutar. Algunas personas se sentaban mientras observan a músicos, ataviados de típicos, y al cuerpo de baile ultimando detalles. Otras tantas solo estaban noveleriando desde el centro de la plaza, mientras paseaban a sus perros o simplemente se iban parando en seco para averiguar que estaba ocurriendo.
Desde la Agrupación de Música Popular El Sedal, nos hablan de cómo recuerdan aquellos momentos en los que no se podían ver. José Rodríguez, director de la agrupación, nos recalca que la edad media en los grupos de música popular es alta y esto les dificultó más las actividades, por el miedo durante la pandemia. “Estábamos buscando repertorio para un disco y de una semana para otra se paró radical. Incluso estábamos a punto de grabar un disco y se paró todo…”- Jose Rodríguez sigue relatando- yo grababa vídeos y les mandaba por whatsApp las letras, algunos ejercicios… así estuvimos durante cuatro meses y, cuando empezaron las reuniones, eran por grupos pequeños.»
Verse por turnos, los proyectos estancados, un futuro incierto, ensayar sin aliciente por falta de actuaciones fue un proceso que este hombre, como director, tuvo que gestionar y aunque resultara complicado no lo desanimó.
“Hemos vuelto a ensayar. Estoy contento con las actuaciones -añade Jose- porque uno de nuestros objetivos es la labor social, que se ve refrendada con las actividades. Sacamos un vídeo clip “La rumbita”, y esto motivó a algunas personas a contactarnos y unirse a nosotros.
Además, en unos días tendremos nuestro disco en las manos. Lo presentamos el 03 de junio en la sede de La Orden del Cachorrro Canario y se va a llamar Mestura, por varias razones: por la mestura del repertorio donde hay mezcla de música popular, tradicional y latina; Otra mestura viene dada por las zonas representadas en la agrupación: distintas partes del municipio de Las Palmas de Gran Canaria y de otros municipios de la isla y, por último, la mestura que da las distintas edades de los componentes”.
El disco de AMP el Sedal se podrá escuchar en youtube y Spotify pero también sacarán algunos ejemplares en físico: “Más que nada por el romanticismo de tener el disco, con portada -nos añade Jose Rodríguez- para los que que quieran un recuerdo o para los familiares, amigos y cualquiera que desee adquirirlo”
Jose nos comenta que de todas las actuaciones que han recuperado les ilusiona las de una residencia de mayores donde solían ir y por supuesto la de la presentación de su disco en la sede que “Cachorro Canario” tiene en Vegueta.
Y es que hace tiempo que la ciudad no se llenaba de música y bailes, sin restricciones.
Gregorio Díaz, secretario de la Agrupación de Baile Erasmo y bailador, nos atiende con una sonrisa espléndida. Durante el parón que se vino por la crisis sanitaria, de alguna manera, ellos no lo pasaron tan mal porque de vez en cuando había alguna actuación. “Aunque, con aforos limitados -nos habla Gregorio- estuvimos colaborando con escuelas de monitores de folclore y hasta grabamos un programa de televisión.”
Para esta agrupación de baile el mes de mayo está resultando muy entretenido, con actuaciones por toda la ciudad capitalina: Pilar Nuevo, Plaza España (de la Victoria), Vegueta… y por toda la isla.
Además de volver a visitar los colegios de la ciudad de Telde, que según Gregorio Díaz es algo imprescindible en la formación de la gente menuda: “Todo el mundo nos recibe con ilusión, hay muchos niños y maestros que ya ni se acordaban de lo que era el folclore canario y se les ve cansados de no hacer nada en los colegios…”
Después de tanto tiempo sin bailar aprovecharán el mes de junio para recopilar bailes y actualizar su repertorio. Muchas veces han tenido que ensayar con música en grabaciones, pero el tempo de cada grupo en vivo es distinto y deben preparar la puesta en escena con un ensayo general; así la velocidad del toque se acompasa a la del baile.
De los grupos folclóricos que estamos disfrutando en estos días hemos aprendido en Sal del Atlántico que hay espacio para profesionales y para aficionados: “Para todo el que tenga interés en aprender y pasarlo bien con los compañeros”, recalca Gregorio.
Por toda la geografía canaria hay muchos colectivos y poco a poco todos irán saliendo a la calle, para hacer disfrutar y también para divulgar, como con las muestras de vestimenta tradicional canaria (colegio San Ignacio Loyola) o el pase de modelos con vestimenta típica, en las Fiestas de La Paterna. Esto es otro proyecto del cuerpo de baile que nos explica brevemente Gregorio: “Lo que hacemos es promover la vestimenta canaria, como es, porque no se conoce y mezclan unas cosas con otras. Estamos bien documentados por compañeros especializados en vestimenta tradicional”.
Las escuelas municipales de folclore son un manantial de donde sacar cantera. En Telde se iniciaron en el año 95 con dos escuelas separadas que se fusionaron en el año 2000. Y ha sido una suerte el tener la escuela municipal de folclore porque no solo se enseña en asociaciones para vecinos sino que se va también a los colegios: «Los monitores -habla Gregorio Díaz- están repartidos por todo el municipio, tanto para música como para baile. En otros municipios también se dan clases en escuelas y en las Universidades Populares y esto se traduce en que el que no aprende es porque no quiere».
Las actuaciones de los sábados en la Plaza de España es una actividad que incrementa y complementa a la ya existente de los domingos en el Pueblo Canario, de Las Palmas de Gran Canaria, donde los grupos que bailan lo hacen con la vestimenta de Néstor, porque allí es donde se ubica el Museo Néstor.
Estos espacios y muchos otros ya se están llenando de aplausos tras disfrutar de las agrupaciones y la música que forma parte de nuestra cultura.
Alguien que sabe mucho de esto es Manuel Peñate, director de la Agrupación Folclórica Cendro, que por estas fechas cumple treinta años como grupo -¡Felicidades!- y que nos relata que empezaron haciendo, más bien, música popular de la época: de autor, tradicional y poco conocida y que poco a poco se metieron en materia con la música folclórica. Llevan quince años respetando su individualidad pero, a la vez, haciendo colaboraciones con agrupaciones de baile con los que hacen actuaciones incluso eventos internacionales.
Para AF Cendro la pandemia también supuso un parar por completo: “Teníamos previstos viajes, grabaciones… eso se paró por dos años”, y añade Manuel: “Con vídeos on line mantuvimos los lazos con las personas del grupo y esto tuvo éxito porque no han habido muchas bajas. Para las pocas actuaciones que tenían se preparaban poco a poco, con entradas y salidas, desde 2021 por los cambios en las limitaciones de aforo. Supieron adaptarse a formatos distintos y en noviembre de 2021 pudieron mantener el festival que hacen por San Gregorio en Telde.
Ahora ya se puede ensayar como antes, aunque en un local mas pequeño y se han puesto a recuperar canciones antiguas, a la vez que investigar para ir sacando cositas nuevas.
“Hay que animar a la gente -dice Manuel Peñate- y que uno alimente al otro, para que todo el grupo esté motivado. La primera actuación fue en San Juan de Telde, se disfrutó y se solventaron imprevistos. Sentimos emoción y nervios en el momento de empezar a escuchar el sonido, la megafonía y luego al ver a la gente bailando y cómo se lo pasan de bien… eso es lo que nos alimenta, como grupo.” El trabajo en equipo es lo que ha conseguido que, a día de hoy, podamos disfrutar del resultado de talento y esfuerzo, sumado al compañerismo con el que las agrupaciones folclóricas se gestiona.
Hablamos también con Gustavo Hernández, que es director y presidente de la Asociación Cultural el Salitre del Faycan -una agrupación de baile-, además de monitor de folclore y delegado de España de la IGF (Federación Internacional de Folclore). Curiosamente está justo al lado del Faycán, en la plaza de San Juan de Telde, en una pausa mientras apuesta por la formación contínua. «Ahora estamos haciendo un curso para aprender baile tradicional de Fuerteventura. Lo imparte el grupo Tetir.»
Este hombre también sabe mucho sobre liderar e inspirar a su equipo puesto que estuvieron sin salón de ensayos y, hasta llegar a la fase dos, el folclore que corre por las venas de bailadoras y bailadores se quedó casi congelado. «Volver a empezar supuso un trabajo de paso a paso. La práctica es el aprendizaje y al suspender todo, algo se perdió… El baile es contacto y eso estaba prohibido» -comenta Gustavo Hernández-
Ahora está más que alegre con la vuelta a los eventos de baile. Desde el 21 de mayo han vuelto a moverse según el compás del toque tradicional y no pararán ya en todo el verano, regalando sus danzas por la isla y también por fuera.
«La gente a la que le gusta el folclore, está muy contenta. Lo que se perdieron, se lo quieren comer todo junto ahora» -al igual que Gustavo creemos que al que le guste, no se le escapa una.
Desde Sal del Atlántico: Gracias a las agrupaciones que se preparan para llenar las calles de música canaria. Gracias a los bailadores/as que se visten y van a las plazas a los encuentros y gracias a estos profesionales comprometidos que luchan por divulgar la cultura popular por todos los rincones de las islas. ¡A seguir bregando!