Saro Mary Méndez González, directora de Las Charanguillas y Alejandro González Martín, director de la Murga Los Sombreritos son una muestra de que el Carnaval se escribe con mayúsculas en Agüimes. Redactado por @loretosocorro
Saro Mary Méndez González, directora de Las Charanguillas, opina que bajar a Agüimes será una apuesta segura para disfrutar de los carnavales. Las Charanguillas es una murga donde las componentes son mujeres que van desde los 18 hasta los 42 años. Quizás sea la murga femenina más premiada en la historia de Agüimes.
¿Por qué “Charanguillas”?
Es por charangas, que es un conjunto de instrumentos, de agrupación instrumental.
¿Cuándo y cómo se les ocurrió crear Las Charanguillas, Saro Mary?
Fue en el año 2012. Empezamos siendo 45 y ya el segundo año, vino la avalancha de gente que se apuntó y llevamos siendo 90 desde el 2014.
Nada, un grupo de amigas que dijimos que queríamos salir a disfrutar y crear una murga femenina que se saliera de los roles a los que estábamos acostumbradas a ver hasta ese momento.
¿Cuáles eran esos roles habituales?
Por ejemplo: si no me equivoco, somos la primera murga femenina que saca una carroza hecha por el propio colectivo para los desfiles del carnaval.
Estamos acostumbradas a ver que las murgas masculinas son más alocadas, dicharacheros.. y las mujeres más comedidas siempre.. creo que nosotras estamos un poco locas en general.. que nos caracterizamos por dejar el ridículo y la elegancia en casa.. y eso es lo que ha marcado desde el principio nuestro estilo.
¿Contentas con los resultados?
Decidimos probar y no nos salió mal.
¿ Con qué objetivo han salido Las Charanguillas a celebrar los carnavles del 2023?
Como siempre, a disfrutar, a intentar pasar a la final y a pasarlo bien.
¿Son una murga con letras que reivindiquen?
En las letras siempre reivindicamos cosas: el tema de las mujeres, todo lo que va pasando, de política, economía, salud… todo eso lo reflejamos en las letras e intentamos hacerlo disfrutando encima del escenario.
¿Se puede adelantar algo de las letras para este año? Saro Mari ríe pero no desvela sus secretos…
Un poco de todo, pero no se puede decir nada, las letras son un secreto a voces, pero bueno… habrá que ir a escucharlas
Aparte de directora Saro Mary también se encarga de las letras y nos cuenta como va saliendo el trabajo en una comisión tanto el disfraz como las ideas del espectáculo y la interpretación.
Pasamos muchísimas horas en el local haciendo de todo: atrezo, algunas partes del disfraz… esto es un proceso que hace que el grupo se reúna y desarrolle la idea original.
¿Cuánto tiempo dedican a la murga?
Con los ensayos empezamos a finales de septiembre y acabamos la segunda semana de febrero, que es cuando normalmente comienza el carnaval de Agüimes, pero desde junio ya se empieza a trabajar con las primeras ideas. En agosto ya nos estamos reuniendo para desarrollar un poquito más la idea y encauzar el carnaval, con vistas a septiembre, que es cuando empezamos a ensayar.
¿Qué significa el carnaval para una lagartera?
La gente lagartera, cuando llegan los meses de noviembre y diciembre, creo que desea que pasen las navidades rápido, para que llegue febrero, porque es la fiesta más importante que hay para nosotras. La que se vive con ganas e ilusión. Cuando se pasa el carnaval ya se está pensando en el próximo.
¿Cómo respira una lagartera intensa?
La verdad es que siempre se está pensando en el siguiente: porque en una fiesta vistes una idea que te inspiro y estas intentando desarrollar… pero al final, aparte del carnaval la gente tiene su vida y hay que retomarla y hacer una pausa y volver con fuerzas porque para quien organiza las cosas, el carnaval no dura un mes sino seis o siete.
¿Se lleva en la sangre el ser carnavalera?
Se pasa de generación en generación, en nuestra murga hay niñas de 13 o 14, que son hijas y las llevamos a los ensayos y ya quieras o no eso se va inculcando desde pequeñitas. Tenemos mujeres este año que llevan con nosotras 12 años. Empezaron chiquititas.
Cada vez hay más murgas femeninas y con fuerza, que se hacen notar ya.
¿Las murgas femeninas tienen más obstáculos que las masculinas?
Las murgas femeninas están fuertes y tenemos que luchar para para que se nos trate igual. Hay muchísima menos discriminación que hace años y es porque luchamos para que que no exista esa diferencia. Que todas pasen a la final sin que estemos en otra categoría. Hemos conseguido muchas cosas pero aún queda bastante más por lograr.
¿Dónde podemos ver a Las Charanguillas?
En el concurso de murgas de Agüimes, a veces en el carnaval de día con alguna otra murga, pero no salimos fuera del municipio. Alguna vez hemos ido a un colegio de atención especial, en Las Palmas, a cantar con los niños, pero no solemos hacer evento fuera de Agüimes.
Habrá que organizarse y visitar este hermoso municipio para no perdernos a Las Changarillas…
Invito a la gente de afuera a que venga a ver el concurso de murgas y los desfiles que el carnaval de Agüimes porque no se parece en nada al resto de carnavales de la isla. Y porque es que el mejor carnaval del mundo.
¿Qué tiene el carnaval de Agüimes que tanto gusta?
Tiene algo que no tiene el resto de sitios. Al final, el carnaval de Maspalomas, de Las Palmas… son grandes carnavales, pero más internacionales, y éste es un carnaval de pueblo. Viene muchísima gente, pero no pierde la esencia del pueblo y sus tradiciones. Es acogedor y familiar, como estar en casa. Disfrutas arropado en algo que lleva muchísimos años de historia y que la gente lo siente como suyo.
La murga «Los Sombreritos» la dirige Alejandro González Martín que es un hombre de sesenta y siete años que riega nuestras ganas de pasarlo bien, con su relato y también con su timbre de voz alegre y cercano.
Alejandro, “Los Sombreritos” llevan desde siempre en los carnavales, ¿cierto?
Es un grupo muy consolidado que se creó en 1975, todavía quedan como cuatro de esos que empezaron. Yo llegué a Los Sombreritos en el año 1981.
Cuando se fundó el colectivo en los años 70 ¿con qué objetivo nació?
Pasarlo bien. Nuestra identidad es jocosa. Nuestras canciones son para que la gente disfrute.
Hubo un tiempo, en los años 80 y algo, en que nos metimos en temas de política local y el grupo casi desaparece. Entonces refundamos todo esto y dijimos de ahí en adelante quedaban prohibidos esos temas; dijimos: “De la puerta para adentro, se viene a pasarlo bien, a olvidar los problemas, a reírnos un rato y que no se nos olvide que nos une el que nos gusta la fiesta”.
¿Cuántas personas integran el grupo?
Ahora mismo somos ochenta, pero hay gente que no sube a cantar aunque forma parte del colectivo. Lo que es a cantar subimos sesenta y uno. Hay otros que ya se van poniendo más mayores y lo que quieren es seguir participando, vienen, pagan una pequeña cuota pero ya no desean estar en primera línea.
Entiendo que hay personas de todas las edades en Los Sombreritos
Desde los veintinueve años hasta los setenta y cinco, son varios los grupos generacionales. Hay uno fuerte que viene desde el principio y somos todos gente de sesenta y cinco a setenta y cinco. Luego viene otro grupo grande de personas de veinte a veinticinco y una veintena que va desde los cincuenta a los sesenta años. Además, vamos intentando que entre gente porque si no esto se muere, como comprenderás.
Dicen que Los Sombreritos son algo más que una murga, ¿por qué?
Somos amigos y porque es un colectivo donde tenemos integradas a todas las mujeres y solemos hacer fiestas, fuera de los carnavales, viajamos con las mujeres.
¿A dónde suelen viajar Los Sombreritos?
De paseo con las familias, como colectivo, vamos en mayo a Tenerife, un fin de semana, y lo pasamos bienísimo. También fuimos a La Palma, con el volcán y hasta hemos ido hasta a Nueva York. Cuando llega ya el mes de abril, vamos los hombres -desde hace treinta años ya – a Valladolid unos tres días.
Ustedes son unos disfrutones…
Nos llevamos bien, hacemos tenderetes, nos vamos de viaje y eso, meter a las mujeres en el colectivo, siendo un grupo puramente masculino, es importante. Que las parejas estén integradas ayuda mucho a que el grupo se mantenga
¿Y como murga, Alejandro?
Lo más lejos que hemos ido es a Uruguay y, por la zona nuestra. Fíjate, con lo antiguos que somos, no hemos ido nunca al carnaval de Las Palmas.
Y eso, ¿por qué?
Porque, realmente, piensa que las murgas jóvenes tienen mucho más tiempo, para el esfuerzo que exige el prepararse esos concursos. Nosotros tenemos gente que fueron, por ejemplo, de Los Serenquenquenes, y que llega el momento donde el esfuerzo que se exige es tan grande que no aguanta ese nivel de presión, ensayar casi todos los días… pues se mete aquí, se pasa a Los Sombreritos, donde la exigencia es mucho menor.
También hay integrantes jóvenes…
Sí. Y hay personas que no ha estado nunca antes en otra murga. Yo, por ejemplo, cuando entré, no venía de otra murga. Siempre he sido “sombrerito”. Nuestro nivel es apropiado para que la gente pueda durar muchos años aquí: toda la vida; con lo cual, no se puede competir con las grandes murgas de Las Palmas, porque si no la exigencia sube y la gente se te va, ¿me entiendes?
Los Sombreritos eligen quedarse en Agüimes…
Preferimos estar con los amigos y, como consideramos que no estamos en primera división, estamos en Agüimes, para que la gente se ría. Nuestra personalidad está muy definida, muy clara. Es una forma de hacer los carnavales que es un poco más antigua.
¿Cómo se organizan para prepararse esta gran fiesta anual, Alejandro?
Ensayamos como podemos: tenemos un buen local, vamos mejorando todo, pero nosotros no hacemos voces. Cantamos a una voz sola, no hacemos juegos de voces, ni tenemos armonizadores. Nuestro fuerte son las letras. Tenemos letras que transcienden. De hecho, hay letras nuestras que son la sintonía del carnaval y que son famosas aquí.
¿Alguna a destacar?
Por ejemplo: “La calle del moral”, que es una calle principal de Agüimes. Esa canción la conoce mucha gente que no son de la murga, tenemos canciones dedicadas al pueblo y son famosas aquí. Y, después, alguna de cachondeo, de doble sentido, de picaresca. Ese es nuestro estilo: que la gente lo pase bien.
Háblame de los premios que ha recibido Los Sombreritos.
Estamos en los carnavales de Agüimes desde antes de que empezara el concurso, así que cuando se puso en marcha éramos los únicos – ríe con ganas y de forma contagiosa– claro, cogíamos todos los premios, eso lo decíamos siempre.
Ahora mismo hace años que no cogemos un primero. La última vez tuvimos un segundo premio. Esto va hasta por épocas… por épocas. Hay temporadas que, no se por qué, tu nivel baja un poco y las demás murgas suben . Y te pones más arriba, más abajo…
¿Por qué el nombre de Los Sombreritos?
Dicen que salieron con un sombrero de palma el primer año: vestidos como de Hawaianos y con un sombrero que se mandó hacer a una artesana de cestería canaria. Ella hizo un sombrero picudo para arriba, que hay fotos y por ahí le dijeron “mira los sombreros, los sombreros…”; Y así se quedó: Los Sombreritos.
¿Por qué Agüimes conquista con su Carnaval?
Sobretodo, por la gente. Tenemos un carnaval infantil que yo, a mis hijos, ya los vestía con dos años. El carnaval infantil, eso es sagrado, es precioso el irlo a ver, está lleno de gente con los niños chicos.
¿Desde que nacen viviendo el carnaval, es esa la clave?
Si conoces el carnaval desde chiquitito, vives con eso, te gusta mucho. Y las mujeres, que son las que inculcan el carnaval a la familia. Tengo varios compañeros de la murga que, cuando les ha venido un año malo, las mujeres me llaman y me dicen “no lo dejes irse, dejalo ahí, que tal, que cual… que a él le gusta eso”. La mujer es la que te empuja para que no te vayas.
¿Y cuando acaba el carnaval?
Nosotros siempre estamos en contacto, hacemos actividades en el local, viajes… Ahora con el WhatsApp todo el mundo se maneja y convocamos reuniones… nos vemos, porque a la gente le gusta verse y en septiembre participamos en la romería del Rosario, con una carreta.
¿Participan más murgas en las romerías del Rosario?
En Agüimes se da una circunstancia: los que hacen las carretas y las romerías son la gente de las murgas. Hay once murgas y, por ejemplo: una de ellas hace la alfombra del Corpus. En vez de participar los colectivos de la sociedad civil en la romería, es el “carnaval” el que participa en el resto de los actos del pueblo, al revés que en otros lugares.
¿El carnaval es el motor?
Desde septiembre están organizadas las murgas, eso es medio año. Al Pino se manda la carreta que ganó en el Rosario el año anterior. Esto te vincula con los compañeros, te ocupa mucho de tu vida.
¿Cómo se preparan los carnavales en Los Sombreritos?
Tenemos unas comisiones, según lo que se le de mejor a cada uno. Aquí hay de todo porque el carnaval no sabe de profesiones. Tenemos un grupo de mantenimiento, de vestuario: la costurera es la misma desde hace años, es una mujer de Vecindario y que está vistiendo a murgas grandes de Tenerife. Ella sugiere y dice sobre las telas, esto y lo otro. Se va diseñando, dentro de las posibilidades económicas y del material y sale un disfraz simpático, para pasarlo bien, tampoco nos vamos a volver locos. Y claro los letristas.
Cuéntanos cómo trabajan los letristas
Somos seis. Buscamos un tema para el año siguiente y nos reunimos para escribir las letras. Cada uno aporta lo que puede y cuando nos reunimos vamos dando ideas, diciendo boberías y de lo que va saliendo, vamos cogiendo lo que nos va gustando. Es un trabajo de varios meses.
¿Cuándo podemos ver sobre el escenario a Los Sombreritos?
Actuamos el 15 de febrero y, si pasamos a la final, el día 17. El que venga a Agüimes, seguro que se lo va a pasar bien, eso es seguro.
