Redactado por @loretosocorro
En Vecindario hay un lugar donde ocurren pequeños milagros a base de constancia y con el apoyo de una mujer tímida pero muy inquieta y trabajadora. El sitio se llama “Pilates Studio By Estefanía”.
¿Este estudio es un sueño hecho realidad?
Trabajaba como subdirectora de hotel hasta que me pararon, antes de la pandemia, y tuve que reinventarme.
¿Por qué con un estudio de pilates?
Tenía muchas ganas, la verdad; hacía ocho o nueve años que practicaba el pilates por problemas en la espalda. Tengo dolor crónico desde los doce años y hacer pilates me cambió la calidad de vida. Cuando vi la oportunidad pues me dije: “¡Si siempre quise hacer lo otro!”
¿Cuándo conociste el pilates?
Con veintiséis años y mientras trabajaba en un hotel en el sur donde había un estudio de pilates. Yo hacía gimnasia rítmica y pensaba que eso era solo relajarse -una cosa que se me da mal-. Yo pensaba “¡Qué va! ¡Con todo el deporte que yo he hecho en mi vida, me voy a poner a estirarme…!¡¡Error!! Pues resultó que mis visitas al fisio eran continuas por las crisis lumbares que me impedían, con menos de treinta años. Mi propio fisio y amigo me dijo que o empezaba a hacer pilates en estudio con un buen profesional o que me preparara para pasarlo mal. Solo tenía dos alternativas: poner mi espalda fuerte o sufrir. Así empecé.
¿Cambiaste del turismo a los entrenamientos con facilidad?
Fui monitora de gimnasia rítmica pero estudié Turismo, para ganarme la vida, porque con el deporte no podía. Cuando me pararon me reinventé. Ahora suena fácil pero me quedé bloqueada, como que no me lo creía. Eso fue un mes antes de la pandemia. Tenía claro que quería hacer esto que hago ahora pero me daba un miedo terrible. Reaccioné pensando que era el momento de formarme en pilates y a moverme hasta abrir el estudio.
Estefanía se formó a conciencia acudiendo a seminarios, con un Máster en Biomecánica y Anatomía Xtensal, entre otros cursos. Apuesta por la formación continua para dar la mejor atención a las personas que acuden a su estudio.
En el mes de junio abrí las puertas de “Pilates Studio By Estefanía”, con cuatro máquinas Reformer, además hay una Torre, que es otra máquina. Abrí con poquitos alumnos y creciendo pasito a pasito.
¿Se usan máquinas para hacer pilates?
Hay pilates de máquina y de suelo. El pilates de máquinas lo inventó el señor Pilates hace unos cien años y es un sistema que distribuye las cargas de manera uniforme. Tienen poleas y tienen muelles. Usando una máquina de éstas, las personas que no pueden moverse en el suelo o tumbarse en él, por diversas patologías o por obesidad, consiguen hacer su trabajo uniforme y perfecto, gracias al reformer.
¿Qué es un reformer?
Es el nombre de las máquinas. Hay diferentes reformers y yo tengo alguna con torre.
Es un sistema, como una especie de cama y funciona con diferentes muelles y distintas cargas. Hay una barra de pies para empujar con los pies o manos y se puede trabajar en todos los planos de movimiento.
¿Para quién está indicado el pilates?
Para todo el mundo. Tengo gente que hace crossfit y también gente que tiene operaciones graves en la columna. Pilates se basa en la mejora integral de la salud a través de un desarrollo muscular uniforme. No se trabaja solo de hacer brazos o piernas o espalda, sino todo el cuerpo y, además, se hace a través de la respiración.
¿También trabaja la capacidad pulmonar?
Es importante, pero sobre todo es favorecer el movimiento a través de la respiración. Cuando hacemos una flexión, eso lo que facilita es el exhalar, cuando te extiendes lo que favorece es el inhalar.
¿Trabajar con la respiración a la vez que con los movimientos?
Claro, lo que pasa es que cuando empezamos -como con todo- y nos planteamos que vamos a respirar con conciencia, la gente pasa de no respirar, de no ver incluso como se le mueve el pecho, a marearse. Y es que llevamos un ritmo de vida tan brutal, tan rápido que… fíjate en el día a día ¿ cuántas cosas haces manteniendo la respiración?
¿Qué es respirar con conciencia?
Pararse, nada, dos minutos, al principio de la clase. Tampoco vas a aprender a respirar como el señor Pilates, con la respiración tridimensional, que es llenar el pecho de aire, llevarlo a los costados y a la espalda… decía él que era como una ducha interna. Según Pilates, el oxígeno te purifica todos los días. Respirar, sabemos todos, ahora que respirar con conciencia y acompañando al movimiento es otro nivel. Al principio nadie va a moverse al ritmo de la respiración, lo importante es que te muevas, pero poco a poco te vas dando cuenta de que vas integrando las dos cosas.
¿Puedes explicar algo más sobre ese desarrollo muscular que propicia el pilates?
Trabajar la musculatura profunda más que la superficial: esos músculos chiquitillos que están olvidados y que son los que protegen a la columna.
Estefanía habla con pasión y transmite sus ganas de que otras personas sepan tanto como ella sobre esta disciplina. Nos explica que siempre ha hecho deporte y que descubrir el pilates supuso un antes y un después en su vida.
A raíz de ahí empecé a controlar la postura, a tener un poquito más de cuidado y a saber donde estoy y donde está situado mi cuerpo. Parece una tontería pero hay gente que esta muy descoordinada, que no sabe donde le queda el pie derecho, el pie izquierdo.
¿Se trabaja la coordinación con el pilates?
La coordinación, la alineación, una postura correcta… Cuando el señor Pilates inventó el método lo hizo para los atletas y artistas que iban muy rectos caminando por la calle. Casi cien años después estamos todos al revés: flexionados. Lo que hay que hacer es distribuir las cargas y poner a la gente fuerte en su columna y en todo. El método también ha ido cambiando.
¿Cómo?
Antes el pilates se llamaba contrología. Todo el que esta certificado parte del mismo punto y actualmente existen diferentes escuelas: unas más clásicas y otras mas contemporáneas. Lo que me interesa, porque me ayudó, es todo lo que va enfocado a la biomecánica y a la anatomía.
Mi escuela se llama Xtensal.
¿Dónde te has formado?
Mi profe se llama Isaac Fernández, de Málaga, reconocido internacionalmente. Cada vez que saca un seminario nuevo me apunto. Acabo de venir de uno sobre dolor que pienso aplicarlo a las diferentes patologías.
Quien me ayudó muchísimo y me animó e hizo que pudiera realizar las practicas con ella a tope, es una profe de pilates que se llama Laura Izquierdo y tiene un estudio de pilates en Sonneland.
¿Cómo fueron esas prácticas con Laura Izquierdo?
Aparte del ánimo continuamente, mientras ella daba clases en su estudio, yo me ponía en la máquina de al lado a entrenar para los exámenes. Hasta el día de hoy aún sigo notando su apoyo y también el de mi familia.
Laura me recomendó a Isaac Fernández, el profe de Xtensal, y así fue como me metí en este mundo de forma profesional.
¿Podrías decirme qué es la biomecánica, de forma simple?
Es el estudio de la función y de la estructura del cuerpo con relación al movimiento. Por qué nos movemos y cómo afecta ese movimiento al cuerpo. Cada persona se mueve de forma diferente y hay que adaptar. Eso es lo que a mi me parece súper interesante que cada persona es distinta y que hay que acomodar, progresar y avanzar en función de la condición física de cada cual.
Veo que trabajas con grupos pequeños
Tengo grupitos chiquititos con cuatro reformers y hago mis grupitos en función de eso también. Aparte de las máquinas, estos grupos pequeños me permiten ofrecer clases personalizadas y así hacer modificaciones individuales con bastante facilidad. Lo que quiero es que cada persona se lleve lo mismo que me he llevado yo: “me han visto, me han atendido, me están corrigiendo y están pendientes de si estoy haciendo bien o no la técnica” Que la persona se vaya con la sensación de que ha hecho, todo lo que ha hecho, bien.
¿Pilates no acaba cuando termina la clase sino que te lo llevas contigo a tu vida diaria?
En mi caso sí porque a mi me ha cambiado la calidad de vida a la hora de practicarlo y también a la hora de darlo.
¿Cualquier persona que practique pilates cambia su forma de andar? ¿Notas en la calle si alguien tiene necesidad de pilates?
Siempre estoy con el ojo clínico y veo a uno que camina torcido, alguien cojeando e imagino los dolores, operaciones… A lo mejor no es cierto, ¿eh?, pero le voy dando vueltas. Por la postura de la gente pienso: “yo le haría esto… mira aquel tiene algo muy pronunciado” y me doy cuenta porque estoy todo el día ahí, lo he estudiado y lo trabajo.
¿Cómo valoras a la gente cuando te piden ayuda en tu estudio?
La primera vez los entrevisto sobre lo que tienen y puede ocurrir si tienen alguna patología…-”me duele la lumbar…”- pues puede ocurrir que el problema no sea la lumbar en sí, sino que al analizarlo, resulte que vienen mal desde las cervicales y todo está relacionado.
¿Para qué edades recomiendas el pilates?
En mi estudio la benjamina tiene dieciséis años, una joven que hace deportes y le viene muy bien porque la ayuda a controlar su cuerpo y ya después tengo a personas que llegan hasta los setenta y algo. Personas con todas las patologías posibles: placas en columnas, escoliosis brutales…
Cuando Pilates creo el método, ¿lo hizo para personas con problemas de espalda?
No, lo creo para atletas. Pero es cierto que la gente tiene esa confusión de que, bueno, el pilates es para estirarse un poquito, relajarse… En realidad el pilates clásico surgió para gente fuerte, solo que todo ha ido avanzando. Lo raro en estos días es que no me llegue alguien que no tenga algo: si no es cuello, es lumbar, si no es lumbar es rodilla o tobillo…como digo yo ”entre las cuatro que estamos acostadas y yo, no hacemos una entera”
¿El pilates abre una puerta para las personas que no pueden practicar ningún deporte?
Hay gente que le dan un diagnóstico y se etiqueta sola… «tengo una hernia, no puedo” y yo digo: ¿qué es lo que no puedes, hasta dónde no puedes? Las personas con hernia, si se dejan aconsejar por un profesional y quieren un cambio, no deben esperar a que se les quite el dolor de espalda tumbados en el sofá. No hay peor cosa que quedarse quieto.
Estefanía, en la práctica, ¿ cómo fue el proceso de pasar del proyecto a tener abierto el estudio?
Esa parte fue complicada -aún lo es- porque me surgieron muchas dudas. Tuve los apoyos de Laura, de Isaac con la maquinaria, de amigas que hice en la formación en Málaga y de toda la familia. De hecho para la búsqueda del local -me costó bastante- , tanto mi familia natural como la política se implicó muchísimo. Todo el mundo ayudó -el perro ladra como apoyando la declaración de Estefanía – Es un local chiquitito pero súper bonito, tengo un casero maravilloso y unos vecinos más maravillosos.
La maquinaria es muy cara y, al final, metí todos mis ahorros, con esa incertidumbre de “¿y si esto no funciona?” Aprendí muchas cosas de golpe.
¿Como hubiera sido tu vida si lo hubieras empezado a practicar pilates con dieciséis años?
Muy diferente, me habría ahorrado muchos dolores de espalda y de cabeza y muchas crisis.
La verdad, también te digo, que me habría aburrido de adolescente porque hay que tener tanto control que… recuerdo que era como… “¿en serio que tengo que aguantar tres segundos con esta postura que me esta quemando hasta el hígado de lo que me duele…? » Es aprender esa disciplina también.
Quienes practican en tu estudio, lo entienden por necesidad, ¿cierto?
La mayoría de la gente que me viene lo entiende y lo acata porque viene con problemas. La verdad es que en pocas sesiones se nota el cambio si entrenas. Lo notas en el cuerpo y te das cuenta de las posiciones que adoptas, si te has sentado mal… Gente con barbaridades en la espalda que se comprometen y entrenan bien, al cabo de tres meses -no por mi, por el método- ya me dicen que no les duele la espalda. Ese es mi objetivo: que igual que me ayudó a mi, que ayude a otras personas y si encima me gano la vida pues genial.
¿Cómo debemos ir por la vida estirados o flexionados?
La columna tiene que estirarse y tiene que extenderse, también tiene que flexionarse lateralmente y tiene que rotar. Esta hecha para eso. El problema no es que te flexiones, sino que te flexionas mal. Entonces, es mejor que estés fuerte para el día a día, donde te agachas para coger cosas -nos agachamos al trancazo- y hay que extenderse y hay que flexionarse. También, hay que distribuir las cargas correctamente.
¿Qué proyectos son los que te mantienen ilusionada?
Ver como avanza el año y como va respondiendo la gente. Crecer poco a poco, con el boca a boca y seguir buscando formaciones nuevas con Xtensal. Quiero mantenerme activa y como dijo el señor Pilates: ”Cuando te dedicas a jugar con la salud de la gente, que menos que dedicar todo el tiempo posible a estudiar y a investigar sobre las patologías”.
Invito a la gente a que se mueva. Pilates tenia una frase -era muy poético- que decía que “el cambio se produce a través del movimiento y el movimiento cura”. No se van a curar las hernias por moverse, pero el movimiento es clave para la mejora. No estamos hechos para estar siempre sentados. La pandemia mas brutal es el sedentarismo. Pilates es un buen método para iniciarse en el deporte. Mientras tengas un cuerpo que te permita moverte, muévelo, eso se nota en el día a día.
