Tan mágica como peligrosa. Aparece y desaparece con las mareas. Es una ruta de alto riesgo, solo se puede visitar con marea muy baja y buena mar. El camino es escarpado y en pendiente. El pequeño tramo que llega a la cueva esta plagado de limo y charcas, en un estrecho camino con olas. Es aconsejable llevar zapatos de agua, escarpines, cangrejeras o nuestras calamares. Y siempre ir acompañado/a.