La excursión a la «La Fuente de los Azulejos» tras las lluvias ofrece una gama de colores que cambia totalmente el paisaje, disfrutando de los ocres que se ven más sobre los rojos y verdes que se vuelven más intensos, y la niebla juega al escondite entre ellos. A veces aquí hace frío, a veces hay sensación de bochorno pero son muchas las ganas de descubrir de donde viene el agua que escuchamos del barranco entre piedras, palmeras y pinos.
Los Azulejos ofrecen esta ilusión de colores reflejada en cada fotografía que Yaiza Socorro, fue a buscar en esta parte del atlas de la vida, fuente de luz para iniciar nuevos tiempos
Este terreno del suroeste de Gran Canaria de varios colores se presta a una excursión de nivel medio-alto entre las piedras volcánicas. El barranco situado en el municipio entre Mogán y La Aldea de San Nicolás fue agraciado por el volcán de Tejeda hace miles de años, pues al discurrir la lava, los fluidos hidrotermales lograron que hoy, turistas y residentes decidan salir de sus hogares para tonificarse con el reflejo de estas piedras minerales.
Las piedras volcánicas son madre tierra, se le atribuyen energías liberadoras, además de ofrecer protección y absorción emocional no deseada.
Los excursionistas van a nutrirse en esta parte de la isla de las energías y revitalización para el cuerpo, mente y alma, saliendo de sus casas, tras la lluvia para amarse y cuidarse. Como lo hubiesen hecho antaño los aborígenes canarios.
Gran Canaria es una fuente inagotable de riqueza volcánica y a Los Azulejos se va a compartir esencia, la de quien eres y la de cómo nos reciben los riscos. ¿Quieres conectar contigo? Sueña y patea estos senderos, con buen calzado y estando a forma. Encuéntrate con tu despertar en esta espacio que te prestará la fuerza para que te desenvuelvas en la vida junto a lluvia que ha llegado, este mes de otoño, y nos invita a comenzar con vivacidad y nuevos propósitos.
Lo que veo siento, lo que siento amo, lo que amo cuido. Necesitamos más personas conectadas a la naturaleza.
En La Fuente de los Azulejos brota agua de lluvia. Es un manantial mágico que guardará el agua no absorbida, meciéndola con los vientos, hasta que el sol quiera que este paisaje se vuelva nuevamente seco, sin perder la belleza volcánica y con sol reflejará otros colores tan hermosos como los de los días húmedos.
En la niebla blanquecina no encuentro el camino finito y esta especie de oscuridad diurna me vuelve a los bosques, de aquellos tiempos donde fuimos libres entre arbustos y jugabamos en los barrancos, antes de hacernos urbanitas para alejarnos de la conexión anhelada con los riscos y el picón.
Te recomendamos ir con personas que ya conozcan la zona. Visitar La Fuente de Los Azulejos, siempre acompañados. La satisfacción que vas a sentir hará que te plantees vivir aquí.
Los Azulejos está entre Venegueras (Mogán) y Tasarte (La Aldea de San Nicolás). En coche se llega siguiendo la GC-200.
