Yasmina Martínez, ilustradora y artista multidisciplinar. Redactado por @loretosocorro
Las palabras en su voz llegan claras y fuertes, como ella. Se nota que sabe lo que quiere y que ama a esta mujer en la que se ha convertido.
Yasmina, ¿de pequeña soñabas con ser artista?
En absoluto. No era lo que yo me imaginaba que me iba a gustar, al crecer. En aquel entonces dibujaba lo que mis padres me pedían: “pintarme un paisaje…”.
De niña empecé por lo grande: con óleos. Pintaba flores, bodegones… Fui madurando y me ayudó el viajar mucho con mi familia e incluso el vivir unos años en Alemania. Esto me hizo ver la vida de otra manera.
Para Yasmina, como muchas otras mujeres, se llenó de otras ocupaciones pero la creatividad seguía latente en su interior. ¿Cuándo retomaste la pintura?
Fue a raíz del confinamiento, como mucha gente, que recuperamos esos hobbies que teníamos apalancados y olvidados, aunque era algo que nos apasionaba mucho.
Con la situación sanitaria el uso de las redes se multiplicó, ¿también te ayudó a difundir tu trabajo?
Cogí carrerilla. Empecé a subirlo a las redes, sí. Quité todo lo mío personal y me puse a compartir las ilustraciones que generé aquí, en casa, y todo el material. Tuve un éxito visual muy grande. La verdad es que me sorprendió mucho que gustara tanto. Ese fue el arranque.
Se convirtió en algo más que un entretenimiento, ¿sentó bien en casa?
Mi familia me apoyaba. Las niñas estaban sorprendidas porque desconocían esa faceta mía. Básicamente me dediqué veinte años a cuidar de mis hijas y con todas las labores que conlleva ser ama de casa, mujer trabajadora y madre.
Aparte de ilustraciones también te mueves en otras disciplinas artísticas…
Me encanta la fotografía, me auto fotografío y hago mis montajes. Es una forma divertida de trabajar otras formas de arte.
Haces algo en alambre también, ¿cierto?
Lo que trabajo con alambre son especies de miniaturas. Hago figuras. Esto viene de hace muchísimos años, cuando compré un libro ilustrado, “Poesía del arte” y salían ideas fantásticas para trabajar con corcho de árboles y con alambres. Hice unas cuantas figuritas que regalé a las amigas.
¿No te conservas ninguna?
Me quedé con una donde reflejé a mis tres hijas en una situación concreta de juego. Es como poesía en movimiento.
Si tuvieras que explicar lo que haces a niños de seis años, ¿qué les dirías?
Una vez hice un taller de acuarelas a niños y , al igual que les pasa a muchos adultos que han terminado los estudios de Bellas Artes, todos tienen como ese miedo a pintar, a dar color, a atreverse: “me ha salido una mariposa tan bonita, me da miedo darle color… porque pienso que la voy a estropear” En la vida, en la ilustración y en el arte debemos dejar que fluya la energía que llevamos dentro, sin miedo. Si el miedo se apodera de nosotros, no avanzamos. Para este tipo de cosos hay que lanzarse, atreverse a dar color a la vida. Eso es lo que lo que expliqué en el taller y es lo que explicaría a cualquier chaval y a muchos que me escriben y me preguntan por técnicas. Yo no he estudiado técnicas, lo que si puedo decir es: ¡atrévete!
¿Qué colores llenan tu vida?
En general, en lo cotidiano, no soy muy de colorines. Más bien elijo lo neutral: colores tierra, como buena tauro, colores ocres, grises, marrones… y no me gustan nada los colores estridentes; pero sin embargo, para pintar si me gusta esa explosión de colorido. No tengo un favorito, incluso los neones y me gusta mezclar tiza, cera, tintas chinas con acrílicos y jugar un poquito con todo. Lo que sí, te confieso que hay un único color que no tolero: el malva. Puedo usarlo para dar un toque pero no me atrae en absoluto.
¿Con qué materiales te sientes más cómoda?
Uso mucho los acrílicos porque es un material que favorece, por la intensidad y la fuerza de color que tiene y, aparte, tiene un secado rápido. A mi, que soy una desesperada y quiero ver la obra terminada en breve, me facilita mucho el trabajo. Empleo tinta china, cera y algunos otros materiales para dar un toque diferente. Me gusta también usar spray, lo que llamamos grafiti, como base o para dar juego.
El oleo tiene un resultado espectacular pero es un trabajo muy meticuloso. Son para artistas que le dedican mucho tiempo a una obra. Yo soy más de pintar, sacar y volver a crear.
Estas siempre investigando, en continuo movimiento…
El todo es experimentar y tengo la suerte de que todo me sale bien. Creo que no he tirado nunca ni una sola lámina ni un lienzo porque me haya salido mal. No todos han tenido el resultado que tenían que tener aun arriesgándome a investigar, con materiales diferente claro.
Antes me hablaste de tus hijas, ¿han heredado tu creatividad?
Mi hija, la intermedia, tiene un potencial brutal. Me veo muy reflejada en ella. Quizás se anime a estudiar con algo que tenga que ver con el arte porque yo no lo hice. El futuro está complicado pero puede ser una segunda alternativa. Centrarse en el arte hoy día es complejo como forma de vida.
En tus ilustraciones hay algo muy especial y son los ojos. Hay una mirada que atrapa.
Te voy a ser sincera. Creo que la mirada es lo que ha hecho que la gente se enganche a mis ilustraciones. El por qué no lo se. Es algo que sale solo, del alma. Me guío mucho por sensaciones y estados de ánimo a la hora de pintar.
Me han llegado a preguntar si estoy depresiva o si tengo problemas… porque muchas de mis ilustraciones son miradas muy tristes, muy profundas… Pero no creo que sea yo sino un poco lo que uno ve, lo que nos rodea y eso, quieras o no, influye.
Cuando ilustras a un personaje público, ¿es porque tienes un objetivo, o una admiración especial?
Depende del momento. Lo mismo veo una película y digo: pues me gusta el perfil de este actor, lo voy a plasmar, a ver que sale…
Muchas veces también tengo un pensamiento en la cabeza y me sorprendo al acabar con lo que tenemos en el subconsciente, que sale cuando quiere. No eres consciente sino al final, ni siquiera en el tránsito del trabajo sino cuando te quedas observando el resultado y dices “¡madre mía!–ríe y nos cuenta un recuerdo de una vez que quiso pintar a un anciano y sin planificarlo pintó a su tío fallecido- No di crédito hasta que lo terminé: era mi tío en su esencia, tal cual era antes de su enfermedad, con su mueca… Otras veces me apetece pintar a Eisntein con un toque gracioso y divertido… es simplemente inspiración, momentos y situaciones.
Hablando de diversión, ¿la lengua fuera en tus fotos de redes es simpatía o rebeldía?
Mira, creo que ambas. Mis hijas me dicen que no soy una madre normal y, sin duda, soy diferente. Me considero una persona divertida y la perspectiva que tengo de la vida es, que es para disfrutarla. Soy súper positiva y opino que hay que vivir con diversión. Mira el día de San Valentín me hice un video sola, bailando, para demostrar que ese día no tiene por que ser solo el día de los enamorados: quiérete a ti misma. Yo me quiero a mi misma y creo que eso se transmite.
¿Estas cosas que haces son los mensajes que llegan a tus seguidoras?
Intento trasmitir a muchas mujeres que me siguen y ellas me escriben y me comentan que les llega una vibra, una energía muy buena y eso me alegra mucho: transmitir esa alegría.
¿Tus ilustraciones son un poco tú?
Aunque no tengan que ver la una con la otra, sí, todas soy yo. Mucha gente lo ha captado y me han escrito. Me dicen: “Siento que tus ilustraciones son un poco tú”, y me lo dice gente de todas partes del mundo. En redes hay que filtrar pero es increíble el interactuar con personas de todo el planeta: desde Japón, Argentina, donde he hecho buenas amistades, hasta Canadá y que compartan esa filosofía de lo que ven en mis ilustraciones, es un lujo.
¿Cómo pueden tener una mirada triste si tu eres persona fuerte y alegre?
Es contradictorio porque las mujeres de las ilustraciones son independientes, fuertes y que hacen lo que quieren. Muchas tienen un peinado, una forma de vestir, un algo que las identifica con fuerza y poder; sin embargo, la mirada es triste.
¿Es dolor?
No es dolor, como te explico, es… ese trabajo que tenemos que hacer día a día. Esa fuerza que tenemos que sacar de donde no la tenemos, para salir adelante y eso se refleja en las ilustraciones. Diría que es lo que nos pesa la mochila y, aun así, nos arreglamos salimos a la calle a que nos vean y digan “¡olé, se la ve fuerte, independiente, inteligente!”, pero por dentro llevamos una mochila y eso… la gente no lo sabe. Está todo reflejadillo
¿Qué te inspira cuando ilustras?
La vida en general. Las historias que te cuentan las amigas sobre sus desamores y amores. Se lo que viven porque yo también tuve que tomar decisiones cuando retomé la pintura. Llegué a estar estancada y viví un reencuentro conmigo misma. Di el paso de dejar de ser una mujer de casa convencional y trabajadora y sacar a esta Yasmina que estuvo oculta dentro de mi durante veinte años, en un bucle.
¿Por eso subes los videos, qué reivindicas?
Que la mujer es fuerte, es independiente y que la mujer puede. Es una forma de expresar, a través de la redes, y es algo que muchas mujeres ya sabemos: que somos luchadores, pero que aun existe miedo a dar el paso, a la sociedad.
¿Te costó mucho el cambio?
Fue muy duro lidiar algunas situaciones y que me entendieran. Creo que fue en esa época cuando dibujé muchos dibujos tristones y un poco sangrientos. Fue una faceta dura aunque siempre manteniendo la positividad y la alegría, pero en mi interior sentía mucha tristeza. Pero como te dije antes: somos mujeres y podemos.
Has expuesto tu trabajo en redes y también en lugares físicos…
Durante el confinamiento hice mi primera exposición, a finales 2021, en Telde y se llamo “Reencuentro”. Estuvo muy bien para haber sido la primera exposición individual. Fue un auténtico reencuentro con el arte.
Desde entonces he hecho muchas exposiciones virtuales y colectivas.
A nivel internacional también, incluso como la única canaria participante.
¿Hay alguna prevista para prontito?
El año pasado quise exponer de forma colectiva porque creo que hay tiempos para cada cosa. Quise tener la experiencia de trabajar en grupo y fue muy bonito. Este año haré menos exposiciones colectivas y tengo previstas dos exposiciones individuales.
Estoy muy ilusionada con mi segunda exposición individual.
¿Dónde y cuándo podremos volver a admirar tu obra?
La inauguración es el día 1 de marzo a las 8 de la tarde, en la sala Lola Massieu, en el teatro Victor Jara de Vecindario. Le tengo puesta mucha ilusión a esta exposición porque no solo van a ir una mezcla de obras impresionantes, curiosas y coloridas del recorrido de todo este tiempo -desde el confinamiento hasta la fecha – sino que voy a añadir complementos y alguna prenda de ropa pintada a mano. El nombre que le he puesto es “Arte del Mundo”, precisamente por el contenido.
¿Será como una fiesta con sorpresas?
Hay elementos curiosos, como un par de elementos que voy a presentar y que…–mide sus palabras para dejarnos con la intriga- solo te digo ese “elemento” se llama Wendy, no se si serán dos –vuelve a reír sin desvelar la sorpresa- Bueno, esta “Wendy”me hace mucha compañía aquí, en el estudio y me costó la vida un poco, al principio, porque no es fácil pasar de un lienzo a …”una Wendy”. Creo que el resultado ha quedado bastante curioso y será la guindita del pastel en la exposición. Un elemento curioso y llamativo, solo te digo eso.
Nos dejas con ganas, Yasmina… Desde “Sal del Atlántico” te deseamos muchos éxitos y aceptamos la invitación a ver la obra expuesta porque no hay nada como recrear la vista en una sala de arte.
