Narración realizada por @loretosocorro
Gran Canaria entró en el 2022 inaugurando la 27ª Feria de Artesanía de San Telmo, nuestra “Feria Insular”, conocida también como la “Feria de Reyes”. El Cabildo de Gran Canaria y la FEDAC – Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria – han hecho posible que la situación sanitaria actual conviva con esta muestra anual.
Es un delicioso paseo dentro de dos carpas y ochenta stands, donde se muestran objetos de dulce regusto, aunque no es el único regalo que nos llevaremos. En cada puesto podemos hablar directamente con los creadores y ese contacto con la persona que hay detrás de la artesanía es otro tesoro más de esta feria. El mimo con que están decorados cada uno de los puestos refleja también lo esperado del evento y el buen ánimo de la gente anfitriona.
Al inicio de una de las carpas están padre e hijo con un soplete, que va de 800 ºC a 1200 ºC, para convertir una vara de boro de silicato en piezas de cristal. Una barra en el punto de fusión y otra para moldear la forma que el artesano tiene en su cabeza. Así va sacando delfines, elefantes, estrellas de mar… Como el hipnótico fuego que derrite las varas y las convierte en ornamentos brillantes, así sacamos también una enseñanza y transformamos los obstáculos en la fortaleza que es el apoyo mutuo para mantener vivos estos oficios.
Estas personas abandonan sus talleres por unos días cargados con sus obras, en las que han puesto lo mejor de cada cual, para acercarnos desde calados, cuchillos canarios, joyería, juguetes… hasta artículos elaborados a partir de la reutilización. Quien expone en estos días aquí, trabaja con sus manos materiales diversos como son la madera, el cuero, lana, fibras vegetales, cristal y metales. Son mujeres y hombres que con creatividad, buen saber y muchas horas de trabajo mantienen vivo el oficio que recibieron de sus antepasados o que aprendieron por pasión y que forman parte de nuestra identidad.
Hay obras que no solo es artesanía sino que reflejan la belleza de quien lo crea y, como nos dice Claudia Heller que diseña y crea joyas: “Me motiva el hacer algo que siempre hizo el ser humano: antes de vestirnos los humanos ya nos decorábamos a nosotros mismos con cerámicas y pinturas. Este trabajo lo siento como si fuera escultura en miniatura porque puedes hacer de todo y usando técnicas variadas. No te limita el material.”
Entre formas que enriquecen a quien lo hace y a quien lo adquiere nos encontramos también a José Robayna, un artesano y “su mundo de hierro”, transformando metales en piezas únicas como la serie que titula “habitantes del agua”, inspirados en los poemas del mar de Néstor.
En el trasiego de visitantes se respira curiosidad de los que quieren conocer, con el deseo de quien busca para encontrar el regalo más original y, también, otras formas de visibilizar estos oficios de la mano de las publicaciones web, redes sociales e influencers. Nuevos tiempos y nuevas maneras para seguir renaciendo.
Hasta el 05 de enero y en lo alto de la estación de guaguas (Plaza de los Escritores), de Las Palmas de Gran Canaria, tenemos una visita que apetece por entrañable y anhelada, para adquirir objetos singulares y apoyar los oficios artesanos de nuestra tierra. Esta muestra del trabajo de artesanas y artesanos, estará abierta para enseñarnos qué fuimos y qué somos aún, pues representan una importante parte de la cultura popular canaria.
