“Alegoría de Vecindario (Santa Lucía de Tirajana)”, redactado por @loretosocorro
Empezando el año quisimos salir en busca de magia y la encontramos en Vecindario. Al llegar al “Teatro Victor Jara “solo tuvimos que gritar “Ábrete Sésamo” y allí estaba el tesoro: un puñado de personas trabajadoras, positivas y amantes del carnaval que son la alegría de la Alegoría, en este trocito de nuestro terruño, llamado Vecindario.
Margarita López Ruano (responsable del Taller de Animación), Alberto Ojeda (técnico de Cultura de Santa Lucía de Tirajana) y Paco Alemán (Coordinador de Cultura) que nos reciben en plena faena.
El teatro es como un corazón gigante que insufla vida al decorado, con máquinas ruidosas sobre el escenario. Pero, a la vez, ese corazón regala un latido silente, justo detrás, donde las agujas y siliconas hacen el trabajo más fino, también a contra reloj.
Paco Alemán nos habla de los inicios de la Alegoría y su buen humor que nos desborda hasta contagiarnos su carcajada fresca y sincera. “Mira, yo te voy a decir una cosa: esto y toda la actividad de cultura que estamos haciendo hoy se la deberíamos dedicar a Domingo Socorro, que fue un maestro de escuela y que se implicó en todo lo que fue la movida cultural, en los comienzos.”
En el año 1982 se inició en Vecindario el “Velorio de la Sardina”: un grupo de gente que eligieron un tema y se disfrazaron para subirse a una carroza. Eso fue la semilla de la Alegoría. Y en el año 1989 dieron un salto importante: “Es lo que consideramos hoy en día la “Alegoría” – añade Paco – fue un espectáculo donde cantábamos, actuábamos, había música… todo en directo. Hicimos el primer montaje en el almacén de “La Ciel”, con participación de gente de fuera del grupo y se juntaron unas cien personas para el montaje.”
Cuarenta años más tarde la Alegoría del Carnaval ha superado ese número con creces. Margarita nos explica que se pone un cupo de personas pero… “Luego nos da pena y entra todo el mundo. El período de inscripción es el límite que nos marcamos.”
Queremos averiguar cuál de todas las temáticas de las Alegorías pasadas es la favorita.
“Yo, – dice Paco- es que tengo pasión por Japón. Cuando se encendieron las luces y aparecieron aquellas columnas… y el público hizo ¡Oooh….!” Paco Alemán habla y nos transmite su sentir, como si miráramos con sus ojos el momento que relata.
Alberto se queda con la Alegoría al “Pop” y Margarita con la dedicada al “Cine”.
“En la del cine, ya participaron ellos dos -habla Paco- ellos fueron mis chicos, empezaron conmigo…”
Paco pasó veinte años haciendo la Alegoría. Alberto se dedicó a ello durante seis años y Margarita lleva ya trece años al frente.
Alberto nos aclara sobre el funcionamiento del montaje: “ Todos hemos hecho de todo, pero a pesar de eso, hay un equipo multidisciplinar: Margarita lleva más la parte de escenografía, Arancha la de vestuario, Leti la parte de baile…”
Margarita responde “También Semidan y Olivia están con la escenografía”
El equipo que está actualmente todo el año en el Taller de Animación junto a Margarita es: Semidan Ojeda, Arantxa Martínez, Leticia Torres y Olivia mayor.
Para muestra de lo que son capaces de hacer estas personas quiero contarles que, el día del estreno de la Alegoría del Cine, pusieron dos limusinas para recoger a los partícipes y que se sintieran como estrellas de cine. No solo se trata de crear un espectáculo que no tiene nada que envidiar a producciones artísticas nacionales e internacionales, sino que -además- fabrican felicidad para el público y para componentes de la obra.
“Los participantes entraban por detrás del teatro en la limusina, dábamos la vuelta y aparecían por la puerta principal del teatro. Pusimos una alfombra roja y hacían una entrada espectacular” Margarita, Paco y Alberto siguen relatando sus recuerdos: “Colaboró todo el mundo, hasta la limpiadora”. “Y cuando bajaban las escaleras con el público aplaudiendo, los focos… Hubo gente que estuvo en una nube todo el rato y caminando de puntillas sin darse ni cuenta”
La Alegoría de Carnaval es algo intenso, emocionante y único. No se trata de sacar adelante un Carnaval a base de talonario y llamar a gente famosa, sino que los artistas son la gente del pueblo.
“Nuestro carnaval siempre ha sido peculiar a ese nivel -nos explica Alberto – nunca ha tenido elección de la reina u otros actos típicos.”
La Alegoría, según Margarita, los define totalmente: “Es esperada, recibimos llamadas de teléfono para saber cuando salen las entradas, cuando son las inscripciones. Todo el mundo lo espera y lo reconoce como el acto más significativo de nuestro carnaval, sin duda, genera expectación.”
Desde la semana después de Navidad ya se ponen a redactar, a crear. Si el carnaval llega muy temprano se convierte en un no parar. Hacen todo ellos mismos… “Todo mi niña, todo… Somos un milagro cada año -habla Paco y le siguen Margarita y Alberto apuntando y riendo: “ Guión, escenografía, música, escenas teatrales, audiovisuales, bailes… cantamos y aplaudimos también.”
“ Para preparar la Alegoría -explica Margarita- contamos con dos semanas de enero, porque la primera, después de Reyes, es de inscripción. Y luego con las cuatro semanas de febrero. La semana de estreno es solo para ensayos generales.”
“Un año, el carnaval fue super pronto – añade Alberto – y conseguimos trabajar con algunos grupos la Navidad y la Alegoría, a la vez.”
Margarita suele tener la Sardina ya hecha desde octubre y así va adelantando trabajo que se traduce en más tiempo para todo lo demás. “Quemar la Sardina en Pozo es algo nuevo, es el primer año que se hace abajo.”-nos informa Paco.
“Este año baja a Pozo porque tiene que volver al mar -aclara Margarita, a la vez que nos saca una sonrisa.
Alberto, como confesando un secreto divertido, nos explica – “En los veinte años de Paco, la Sardina siempre tuvo un papel protagonista pero cuando empecé yo… éramos jóvenes, la sacamos – entre risas, cómplices con Margarita – ¡la Sardina fuera, la Sardina fuera!
Paco les aplaude que tomaran sus decisiones, que marcaran su propio estilo. “Tienen su propia forma de ver las cosas, es así, es así…”
La Sardina se coloca ahora a la entrada del teatro, para que la gente la vea cuando llega y Margarita aprovecha ingeniosa y nos regala otro momento único: “Ahora tenemos sardina enlatada y en conserva.”
Si ya han sido público me entenderán y si nunca han estado disfrutando de la “Alegoría” no dejen de ir en cuanto puedan. En muy poco tiempo, con apenas cinco personas y un presupuesto muy limitado consiguen llevar a cabo un espectáculo impresionante.
Alberto toma la palabra: “ Pasa una cosa, cuando lo explicas y dices que es algo de colectivos, de gente del pueblo… piensan que puede ser un eventillo de aquella manera, pero cuando la gente lo ve dicen que se imaginaban otra cosa, que esto tiene un acabado profesional, una puesta en escena brillante…”
Este año se han inscrito para participar alrededor de doscientas personas y el rango de edad está abierto desde los ocho hasta los noventa y nueve años.
“Para nosotros -habla Paco- la esencia sigue siendo la misma: darle la palabra, la voz y el protagonismo a la gente del pueblo. Ese es nuestro éxito y lo hemos aplicado a todos los otros eventos que celebramos: al día de las brujas, al día de Canarias, el del libro, la cabalgata de Reyes… ”
Paco reflexiona sobre cómo se construyó esta tradición desde cero: “En Vecindario inventamos esto porque no había nada. Varias personas se comprometieron e implicaron a la gente del pueblo a fondo y por eso, se respira la cultura aquí.”
En cuarenta años han pasado miles de personas por las distintas Alegorías: niñas y niños que se iniciaron y ahora son adultos y lo recuerdan como un momento bonito e importante en sus vidas. Nos enteramos de que algunos participantes presumen de ser el que se había caído en “la India” o de que conocieron a su pareja, con la que hicieron una familia, al participar en la Alegoría.
“Nosotros mismos hicimos nuestro grupo de amigos aquí -hablan Margarita y Alberto – y hay gente que ha encontrado su vocación profesional tras pasar por alguna Alegoría”.
Esta forma de vivir el carnaval se ha arraigado por varios motivos: por la estabilidad política que ha ayudado a mantener la fiesta, porque el protagonismo de la Alegoría recae en la ciudadanía y porque ofrece una respuesta a un grupo de personas que no son los que suelen estar en equipos deportivos o en otras actividades.
Ahora, recién concluida la Alegoría de este año, que como novedad destacamos el que fue presentada por las personas que componen el taller: que han estado dando vida a la Alegoría detrás y delante del escenario. Aprovechamos para preguntar cómo se cuidan después de tanto trabajo, pero parece que no hay tiempo porque organizar “el Libro” está a la vuelta de la esquina.
“Con el paso de los años hay mucha expectación, – Alberto nos habla- Este es un trabajo que es muy agradecido pero también proporciona mucho estrés porque es muy juzgado. Hay tres mil personas que se sientan y opinan. Es la presión de siempre dar la talla, de que guste, de que sea distinto…”
“Durante el proceso se vive intensamente – sigue Margarita -, estás creando y no duermes. Estás en la cama y piensas en esto, en lo otro, repiensas la música tal, la escenografía y no paras de darle vueltas a todo”
La Alegoría del Carnaval son tres funciones. Eso se traduce en miles de espectadores en vivo, más los que la disfrutan en la tele local “Este Canal”, del espectáculo y también en su canal de Youtube, en diferido.
“Esto hay que venir a verlo porque es algo increíble- comenta Paco y añade lo que siente el día de cada estreno – ¡Hombre, explota el corazón!, es una barbaridad de emociones que se juntan…”
“Además -añade Alberto – la Alegoría siempre termina con una explosión de confeti mientras salen todos los participantes a escena y ahí… ¡un musicón! No veas la energía que se siente, que se vive… es increíble.
Viendo el buen ambiente, lo organizados y trabajadores que son y, sobretodo, como la gente de este lugar se implica, les visualizo siendo protagonistas de una serie que, con el tiempo, sería una serie de culto: “El sentir de Vecindario desde la Alegoría del Carnaval” o “Milagro en el Sureste”.
Desde Sal del Atlántico queremos agradecer el tiempo y la simpatía compartida durante el reportaje tanto como el esfuerzo de estas personas para hacer posible la Alegoría del Carnaval de Vecindario.
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